Cuando desidimos seguimos al señor el nos prepara nos equipa nos sostiene nos provee, y podemos caminar sin mirar atras.

No es cuestión de dinero si no de la actitud del corazón, de humildad y principios para poder entrar en el reino de Dios.

Él es nuestro padre celestial y nosotros sus hijos y bajo su protección estaremos seguros.

Debe perdonar sin medida las veces que sea necesario, no sólo perdonar sino pedir perdón por que todos sin esepcion ninguna somos ofenssores.

Conocer los mandamientos de Dios y caminar en ellos nos lleva a la vida eterna de salvacion.

De lo que veamos será que actuamos, los ojos del Señor están puestos sobre nosotros por lo cual si nosotros andamos con él llegaremos ala eternidad.

En la medida que demos de la misma manera recibimos, toda siembra produce una buena cosecha.

Él es nuestro pronto auxilio nuestra confianza y cuando vivimos bajo su providencia reconocemos que el él es nuestro protector.

Orar es establecer una comunicación con el señor y eso lo hacemos a travéz dela fe, por eso cuesta porque hacemos nuestra petición por fe y luego esperar la voluntad de Dios.

Sin fe es imposible agragar a Dios, para creer debemos creer desde el corazón de dentro hacia fuera para poder pasar la fe natural a lo sobrenatural.