Podríamos definir la zona de confort como ese espacio en el que somos conscientes de nuestro autoconocimiento, puesto que sabemos cuáles son nuestras fortalezas como profesionales y, además, sabemos cómo ponerlas en práctica. Pero también conocemos esas áreas en las que no somos eficaces y carecemos de formación o experiencia y en las que es difícil ofrecer nuestra mejor versión. No obstante, existen otras áreas que quedan fuera del alcance de nuestra conciencia, como son las fortalezas ocultas (lo que no se sabe que se sabe) y las zonas ciegas (lo que no se sabe que no se sabe) y que sería bueno potenciar para explorar nuevos caminos, hoy hablamos de esto y hago una pequeña reflexion.