En medio de tiempos difíciles y contradictorios, queremos invitarte otra vez a caminar juntos, juntas y juntes.
Cuaresma es un tiempo privilegiado para comenzar a vivir desde lo más esencial, liberando el amor que nos habita y que somos llamados a compartir.
Se trata de un camino, de un sendero, que culmina en el triunfo de la vida por encima de todas las muertes e injusticias.
Y, al mismo tiempo, nos narra la solidaridad de Dios que se une a nuestra humanidad hasta el final.
Jerusalén es símbolo de las contradicciones y límites que Dios asume con nosotros, y las resuelve en un itinerario que va desde lo aparentemente muerto, hasta el estallido de la vida resucitada en medio de la desesperanza.
Es en este misterio de muerte, pero sobre todo de dolor, en el que Dios termina de abrazar cada uno de nuestros dolores e inconsistencias.
En este tiempo te invitamos a ponernos en camino. Cada día podrás encontrar en nuestras redes una predicación desde diferentes fronteras que enmarcan nuestro tiempo y que ofrecemos para alentar la búsqueda.
Deseamos que puedas vivir un tiempo especial, en el que puedas ser testigo central de la vida que vence a la muerte en una Jerusalén sin Fronteras.