Solo el hecho de saber que estamos bajo el cuido del Padre Celestial, tendría que ser suficiente para quitar toda tristeza y temor del corazón. Cuando la Iglesia cristiana empezó, de hecho lo hizo con un grupo de hombres temerosos y timoratos, esa actitud fue transformada por completo en una ocasión especial, cuando Jesús les dio una Palabra especial. Escucha nuestro podcast de hoy