Jesús escucha y responde las peticiones que los corazones sinceros. Él siempre tiene los oídos abiertos para las personas de toda raza y cultura. Y, cuando escucha nuestro clamor, siempre obra para bien.
Jesús escucha y responde las peticiones que los corazones sinceros. Él siempre tiene los oídos abiertos para las personas de toda raza y cultura. Y, cuando escucha nuestro clamor, siempre obra para bien.