Jinichi Kawakami, conocido como el último ninja de Japón, encarna el fin de una era y el peso de un legado que ha resistido siglos. A sus 76 años, este maestro del ninjutsu no es el guerrero acrobático que pintan las películas, sino un hombre sereno, marcado por años de disciplina, introspección y estudio. Desde su hogar en las colinas de Iga, rodeado de armas que ya nadie empuña, Kawakami reflexiona sobre el verdadero significado de ser ninja: no la violencia ni el espectáculo, sino la paciencia, la adaptabilidad y el arte de vivir en equilibrio. Esta es la historia de un hombre que guarda los secretos de un mundo olvidado, consciente de que su tarea no es aferrarse al pasado, sino aprender a soltarlo.