El célebre autor francés J.K. Huysmans, símbolo del decadentismo, confesó haber sido visitado por un súcubo durante su retiro espiritual en un monasterio benedictino.
A finales del siglo XIX, tras años de ocultismo y excesos, Huysmans intentaba reconciliarse con el catolicismo. Pero una noche, en plena oscuridad, despertó envuelto en un sueño erótico y vio una figura femenina disolviéndose en el aire.
Estaba convencido: era un súcubo, enviado por sus antiguos camaradas esotéricos para tentarlo y castigarlo por su vuelta a la fe. La aparición —bella, etérea y con un aura infernal— lo dejó marcado.
Años más tarde, transformó esa experiencia en su novela Là-Bas, donde se adentra en el satanismo, la invocación de demonios y las sombras del alma humana.
Una visión inquietante… o quizás demasiado real para alguien que conocía tan bien el abismo.