Y ME PARECE MENTIRA
Te veo y no lo puedo creer:
detengo mis ojos en tu cara
intentando encontrar la mirada
que ayer tanto me hizo padecer
y descubro al instante el presente
que penetra con fuerza en mi mente
destrozando tu imagen de ayer.
Te observo y no consigo entender:
creía reciente aquel verano
salpicado de amores tempranos
teniendo la luna como juez
y la llama de mis ilusiones
que forjó mis primeras canciones
en los más profundo de mi ser.
Comparo, y me parece mentira,
la frescura que en estos recuerdos
aún perdura y la inadvertida
pero brutal distancia que el tiempo,
con su vuelo, ha puesto en nuestras vidas:
todavía conservo el perfume
de aquellas mañanas de estío
y el sabor amargo del desprecio
socavando el alma de un crío.
Recuerdo y soy tu esclavo otra vez:
navego en los mares de tus ojos
inundando la noche de gozo
sembrando esperanza por mi piel
pero arribo a tu puerto y zozobro
y mi gozo se torna en sollozos
al oír que no hay nada que hacer.
Comparo, y me parece mentira,
la frescura que en estos recuerdos
aún perdura y la inadvertida
pero brutal distancia que el tiempo,
con su vuelo, ha puesto en nuestras vidas:
¿quién no guarda la risa o el llanto
de aquel primer beso de ensueño?
risa para el que apuró buen vino
llanto el que brindó con veneno.