Pablo destaca la vida cristiana de los tesalonicenses, en su proceso de conversión, de servicio y de esperanza, lo que anima a todas las comunidades cristianas a seguir su ejemplo, y estando abiertas a la Palabra y al Espíritu Santo que acompaña y confirma la dinámica de la evangelización. El evangelio es un poderoso llamado a confrontar nuestras vidas y maneras de vivir la fe con el mensaje de Jesús, pues siempre existe el riesgo de instrumentalizar la fe e ideologizarla a nuestra conveniencia. ¡Señor, ayúdanos a ser dóciles a tu Palabra!