Se nos va de ojo que los descubrimientos sobre regeneración celular, la autofagia, han dado pie a la floración de un sinfín de dietas que prometen prolongar la vida.
Descrito por el premio Nobel, Yoshinori Ohsumi, la autofagia permite a la célula desprenderse de las proteínas y las estructuras dañadas de su citoplasma para regenerarse y prolongar su función.
Hallazgos, aún poco estudiados, que confirmarían que ese proceso natural reduce la posibilidad de tener algunas enfermedades y prolongaría la vida; que ha llevado a las farmacéuticas, a los dietistas y a los pseudoexpertos en salud, a desarrollar fármacos y nuevas dietas con propuestas de ayuno regulares, descenso drástico del peso y práctica intensiva del deporte. Afán desatado por el deseo de controlar y retrasar el proceso de envejecimiento y de la muerte. Deseo humano que no debe llevarnos a caer en propuestas y dietas engañosas o que pueden ser perjudiciales para la salud; porque lo que prolonga la vida es el equilibrio personal y del entorno: ¡nada en exceso! ¡Que no se te vaya de ojo!