nos dicen una y otra vez hay que desapegarse, hay que practicar el desapego,
sin embargo una cosa es decirlo y otra cosa es practicarlo, creo que allí
radica el núcleo, de solo quedarnos en las palabras y no avanzar hacia ese
desapego, pero que sucede en la práctica que se nos es tan difícil practicar el
desapego?, me parece que el tema está que no es solo el desapego material lo
que a veces nos puede generar cierta aversión al desapego, sino el desapego inmaterial,
es decir, desapegarnos de nuestra imagen, de nuestros cultos, de nuestras ideas
y de nuestras creencias; ahora bien tú me dirás y para que mier....
quiero yo desapegarme de esas cosas, pues no es que te tengas que desapegar de
ellas es que si sientes que esta atascadx o que tu
vida no es una VIDA, entonces es allí donde la práctica del desapego es útil. Cuando
estas en una relación en la que ya no hay amor, en donde la falta de respeto es
el beso de cada día, si tu relación con tus hijxs
cada vez es más caótica porque el ideal de hijx que tú
tienes no corresponde con el comportamiento que tu hijo lleva, si la profesión
que hoy en día tienes ya no comulga con los proyectos profesionales que quieres
realizar es momento de soltar, de desapegarnos de esas cosas que como un
grillete nos atan y nos condenan...