Una de las batallas más sangrientas y controvertidas de la Primera Guerra Mundial, la Ofensiva de Passchendaele, llegó a su fin el 10 de noviembre de 1917.
Había sido un choque de titanes, un agotador calvario de tres meses y medio en el barro durante el cual murieron o resultaron heridos más de medio millón de hombres de ambos bandos.