Jesucristo, montado en un caballo blanco, lidera un ejército celestial para derrotar al Anticristo. La victoria de Cristo se celebra con alabanzas en el cielo, mientras que en la Tierra, el falso profeta y el Anticristo son arrojados al lago de fuego. Después se establece un período de paz de mil años durante el cual Satanás es encadenado. Sin embargo, al final de este tiempo, Satanás es liberado para engañar a las naciones, pero su destino final es también el lago de fuego