¡Bienvenidxs a la Brújula azul, nuestro programa de chamanismo tolteca!
Estamos inmersos ahora en una serie de tres capítulos dedicada al ego. Ya hemos hablado antes del Ego en la Brújula azul, pero ahora, en el camino del acecho, encaramos este enemigo con decisión, bien armados y despiertos, listos para pasar a la acción.
En el capítulo anterior, después de definir al ego, estuvimos viendo cómo esa voz de nuestra mente se dedica a construir recuerdos según su conveniencia. Explicamos como toma un suceso imparcial, y lo reviste de sentimiento y significado de acuerdo a sus recuerdos y sus expectativas. Y con ello construye nuestra identidad. Y lo que hace también es intentar siempre que nos sintamos víctimas de todo lo que ocurre en nuestra vida. De esa manera, siempre vamos a tener nuestra mente ocupada en quejarnos del gobierno, de la vecina, del jefe, de la subida de precios o de la vida en general. El ego nos empuja a recrear una ilusión de infierno en nuestra vida. Y esto lo hace, si puede, a través de la autocompasión, a través del “pobrecito de mí”.
En ese episodio vamos a dar una vuelta de tuerca más. Como guerreros que somos, vamos a dejar de leer sobre el ego, y vamos a comenzar a actuar, a mirarnos en el espejo del Chamanismo tolteca, para ver hasta qué punto el ego nos tiene dominados. Y por eso, guerreros, nos toca hablar de los caracteres que delatan a un ego grande.
¡Preparad vuestra brújula azul, que empezamos!
Si te interesa el tema y quieres más información, la podrás encontrar en el libro EL CAMINO DEL ACECHO, que encontraréis en la web www.labrujulaazul.com