La Cebolla tiene 15 años y vive en el
barrio de Las 3.000 Viviendas en Sevilla. Su tema ‘Habibi’ (un popurrí de rumba
flamenca con guiños árabes) fue reivindicado el año pasado por Rosalía y ya suma
la burrada de 25 millones de reproducciones en YouTube.
Va a ser una de las nuevas voces del flamenco
urbano, aunque apenas ha salido todavía en los medios. Sus armas:
autenticidad, frescura y olfato para los temas pegadizos.
Empezó a cantar desde que era una cría pero fue su
encuentro con Negro Jari lo que la convenció para probar suerte en la música
desde una perspectiva profesional. De origen senegalés, este sevillano de 30 y
pico lleva ya un buen tiempo sacando adelante proyectos desde la periferia. Su
historia habla de superación personal: tras una adolescencia problemática ha
impulsado una escena donde aparecen nombres como La Húngara (figura recuperada
hace unos días por C. Tangana), Moncho
Chavea y Omar
Montes.
‘Caracas’ es el desembarco de ambos en las grandes
ligas, un debut que cuenta con un buen puñado de himnos para la juventud que reivindica
a Camela, escucha a Niña Pastori y por las noches (cuando se podía) baila trap
y reggaetón. Ese es ahora el público de La Cebolla pero quizá pronto se le
quede pequeño: pese a su juventud esta artista aspira a hacer grandes cosas en
la música. Vale la pena seguirle la pista.
José Fajardo