Cuando enfrentamos la vida creyendo que la cantidad de recursos que tenemos a nuestra disposición son suficientes, acabaremos frustrados. La clave no está en el número, sino en el temor de Dios.
Cuando enfrentamos la vida creyendo que la cantidad de recursos que tenemos a nuestra disposición son suficientes, acabaremos frustrados. La clave no está en el número, sino en el temor de Dios.