Cuentan que, al principio, cuando no había tierra y sólo mar, el Dios agarró un poco de arena del fondo del agua, cantó por tres días y tres noches seguidas, y gracias a su canto la tierra comenzó a crecer. Más tarde, con un poco del mismo barro, creó a los guarijíos y al alimento en la naturaleza. Después, el Dios y la Diosa crearon la fiesta de la Tuburada, para que siempre recordemos cómo empezó el mundo. Así lo contamos los guarijíos.