Qué es lo que nos hace especiales. Tras la respuesta a esa
pregunta discurre la historia del arte. Difícil predecir por qué unas pocas
cosas suenan únicas. Es el caso de La Dani. Apenas un puñado de temas y ya se
ha colado en el imaginario de quienes ha tenido la suerte de escuchar ‘Mi
cama huele a ti’, ‘Chance’ o ‘Rockstar’. ¿A qué suena su música? Pop de
ramalazo folclórico, bases de electrónica, poesía costumbrista… qué más dará
cuando funciona tan bien.
“Es una artista no binaria malagueña que se mueve entre el reggaetón,
el flamenco, la electrónica y el r’n’b”, dicen desde su sello Subterfuge donde
citan referencias que van de Mónica Naranjo a Don Omar y de ahí a Lola Flores,
Rihanna y Kali Uchis. A las que añadimos al C. Tangana más gamberro y chulo,
la genialidad de Lapili, el talento callejero de Dellafuente o el olfato pop desde
el barrio de Omar Montes y Bad Gyal.
El éxito de ‘XIAOMI’ (una reivindicación de quienes están
al margen de las tendencias supuestamente guays, grito de autenticidad a flor
de piel con un punto surrealista y provocador), más allá del sonido de esas
producciones modernas, es el carisma inimitable de La Dani, aspirante desde
ya a nueva estrella de un pop diferente que huye de los nocivos delirios
competitivos de la rueda capitalista.
José Fajardo