Es muy importante que nuestras tradiciones o preferencias deban producir nuestra praxis y deban tener base bíblica.
La doctrina es lo principal que debe ser la brújula de nuestra fe. Los estándares que queramos establecer deben ser para glorificar a Dios y no para perdernos en solo cumplirlos. Nuestro corazón delante de Dios al hacer lo que hacemos es lo más importante.