Un retrato es más que una foto: es captar la esencia de la persona, que la imagen refleje quién está ahí. Algo que a veces nos cuesta trabajo a nosotros mismos, al mirarnos al espejo. Si uno lo permite, el trabajo de la fotógrafa Cata Bartolomé, deja en anécdota la 'foto linda', correcta técnicamente, ideal para Instagram o Linkedin. A veces esos objetivos son el anzuelo para llegar a algo más profundo, que es encontrarse con quién es uno. Retratarse puede ser, si se habilita ese canal, un proceso de autoconocimiento, y ella es una gran guía en esa experiencia. Cata Bartolomé estudió Sociología y Fotografía, trabaja desde 2008 como fotógrafa editorial de retratos y moda para La Nación, Ohlalá!, Clarín, Radar, Inrockuptibles, Rolling Stone, Las 12 y otros medios nacionales. Dicta talleres, organiza ciclos culturales y define que su ámbito es el de la fotografía contemporánea, entendida como la confluencia de arte y comunicación. En la era de la imagen -quizá ya estemos en ese futuro en el que Warhol decía, que todos seríamos famosos por 15 minutos-, ella creó @retratos.profesionales , el primer estudio fotográfico dedicado a retratar perfiles personales, comerciales, artísticos y familiares. Cata hace accesible un retrato como el mismo que puede sacar para una actriz de la tele, a cualquier mortal. Pero si la dejás, también te abre una puerta hacia adentro. Emprendedora, sensible, atenta a los detalles, reflexiva. Esta entrevista con Cata Bartolomé, además de inspiradora, es una invitación a preguntarnos qué vemos cuándo nos vemos; porqué retratar es una forma de nombrar, de hacer real algo más que la imagen: ser retratado es la oportunidad de contar nuestra propia historia. Y entender lo que nos conmueve: "Lo que es fascinante del retrato es poder captar un vistazo de la fragilidad de una persona, combinada con su fuerza y su belleza".