No hay duda de que estamos en un momento dificilísimo de la historia, en un momento crítico terrible: las naciones se han levantado contra las naciones, los pueblos contra los pueblos y por doquiera existe el llanto y el crujir de dientes; las enfermedades desconocidas abundan por todas partes; terremotos, pestilencias de toda índole; dificultades económicas, etc.; el caos, la anarquía gobierna en estos momentos en el mundo entero; la maldad se ha multiplicado hasta el máximo y la tierra se conmueve en sus entrañas cada vez más y más…
No hay duda de que el fondo de los mares está agrietado. Profundas grietas existen en el Pacífico, el agua del océano, en algunos lugares, ya están en contacto con el fuego líquido del interior del mundo, de allí resulta presiones y vapores que aumentan de instante en instante. Ahora podrán explicarse ustedes, por sí mismos, la raíz de los terremotos y maremotos.
En nombre de la verdad, debemos decir, que la humanidad está sentada sobre un polvorín que en cualquier momento puede explotar; bastaría una conjunción de mundos para que aquellas presiones y vapores que en el interior de la Tierra existen, se manifestara violentamente, entonces veríamos parte de la corteza de la Tierra volando en pedazos.
Y el fuego líquido, derramado sobre el mundo, ocasionaría, de hecho, el Gran Incendio Universal, del cual se han preocupado tanto los distintos Profetas de la época.
Así, mis queridos hermanos, que en realidad, LOS TIEMPOS DEL FIN HAN LLEGADO y estamos en ellos. A través del curso de la historia hemos podido ver que nuestro Sistema Solar se mueve en el Cinturón Zodiacal.
Así como existe el AÑO TERRESTRE, así también es verdad que existe el AÑO SIDERAL. Y así como nuestro Año Terrestre tiene cuatro Estaciones que son: Primavera, Verano, Otoño e Invierno.
Así también el Año Sideral tiene CUATRO ESTACIONES: Primavera, Verano, Otoño e Invierno.
El Año Sideral es el viaje del Sistema Solar alrededor del Zodíaco. Una raza no dura más que lo que dura un viaje del Sistema Solar alrededor del Zodíaco.
La RAZA ATLANTE (la que nos precedió, antes de que nosotros los Arios existiéramos), terminó, exactamente, cuando concluyó el Año Sideral, es decir, cuando concluyó el viaje del Sistema Solar alrededor del Zodíaco. Entonces vino el GRAN DILUVIO UNIVERSAL, que no fue otra cosa que la sumersión del Continente Atlante entre las embravecidas olas del océano que lleva su nombre.
La RAZA LEMUR concluyó, cuando concluyó un viaje del Sistema Solar alrededor del Zodiaco; entonces, el fuego de los volcanes entró en erupción, y terribles terremotos y grandes maremotos (a través de diez mil años) sumergieron al Continente Mu entre las embravecidas olas del Pacífico.
¿Qué diremos de los HIPERBÓREOS, esa poderosa civilización que otrora floreciera alrededor del casquete del Polo Norte? Terminó por otro Viaje Sideral.
En idéntica forma diríamos que la Primera Raza que hubo en el mundo, o sea, la RAZA PROTOPLASMÁTICA, concluyó también con el Año Sideral.