Bill Viola, Nannis moretti, Bettina Peut e Ivan Osnovickoff, Agnes Vardá, León de Aranoa, Nuria Giménez y un sin fin de nombres de cineastas y de sus películas salieron en la conversación que mantuve el compañero y amigo Tomás Utillano.
Amor y entrega, creo que estas dos palabras definen a la perfección la implicación de Tomás por su profesión, por el arte de contar historias. Amor a y por todo ese cine que lleva dentro y entrega plena, sin medias tintas, del mismo modo que se entrega uno cuando se enamora nada por primera vez y nada ni nadie puede desviar su pensamiento del ser amado.
Cuando uno siente tanta pasión, es capaz de viajar por el mundo, con las ganas de contar de historias como única compañía cierta. Así ha hecho Tomás, que ha vivido en al menos tres países y en muchos mundos.
Ha construido su estilo único en cinematografía de bodas, cuando nadie apostaba por el funcionamiento de este lenguaje y además, no se encasilla ni se ata a ninguna a ninguna especialidad de esta profesión, si no que trata de contar cualquier tipo de historia, siempre con su voz única.
Hacer cosas, es uno de los consejos que nos dio Tomas y que yo subscribo, hacer cosas sin importar la expectación o lo acogida que tengan, porque seguramente solo así recorreremos un camino del que sentirnos orgullosos.
Disfrute profundamente de la conversación que como siempre dio para mucho: sus proyectos personales y profesionales, su transcurrir por la vida y sobre todo cine, mucho cine. Tanto cine que creo que es recomendable escuchar este capítulo del podcast, teniendo a mano papel y lápiz, para tomar nota de todas las recomendaciones que surgieron.