70 octavas componen “La fragilidad del peregrino” el poemario que Adolfo Burriel publica con Prensas de la Universidad de Zaragoza, pocos meses después de “Poemas para ordenar el silencio”, un libro dedicado a aquellos que no callaron. En “La fragilidad del peregrino”  volvemos a encontrar al Adolfo que mira a la niñez, que reflexiona sobre el paso del tiempo, pero que, sobre todo, muestra sin desmayo su compromiso con las víctimas, los atacados, los desfavorecidos.

Ana Francisca Abarca de Bolea, nació en Zaragoza casi con el siglo en 1602. Vivió 83 años, 80 de ellos, internada en el monasterio cisterciense de Santa María de la Gloria en Casbas, Huesca, donde creció y fue maestra y abadesa. La clausura no de impidió desarrollar una importantísima carrera intelectual y literaria. Los datos que se conservan sobre su vida han permitido a Ana Giménez Beltran reconstruir su biografía en una nueva publicación que presenta Aladrada Ediciones.

De poesía hablamos hoy en La Torre de Babel.