¿Qué quedará de un mundo que se actualiza permanentemente? Hemos visto cosas que no creerían: canciones, fotos, cine y copas de fútbol que, así como vamos, se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia, como decía Rutger Hauer. De ellas hablamos.

Recordamos 50 años de un paso histórico hablando de esa vez que Neil Armstrong fue al nacional y jugó Colo Colo, cuando Kubrick figuró de conspirador y se imaginaban marcianos y selenitas.

Baños, colegios o deportes solo para hombres (o mujeres): historias que cuentan desde cuándo, por qué y cómo nos dividimos.

¡Resucitó! Vida, muerte y regresos en la religión, la ficción, el fútbol y la cultura pop son tema en su podcast favorito.

Toman el último metro, se enredan en los tacos de Sócrates y comparten el primer ómnibus: Paula Molina, Andrés Kalawski, Daniel Villalobos, Aldo Schiappacasse y David Ponce, comparten historias de viajes y desplazamientos.

Los escolares que inventaron el fútbol, maestros y escuelas de rock y el origen militar del “gobernar es educar”: miradas distintas al año estudiantil que comienza en este episodio de La Franja.

De la olvidada película en español (y de fútbol) que ganó un Oscar. Del blanco y negro en Roma, Cold War y Las alas del deseo. De las mejores y peores canciones de película, del filme que retrata el odio. Todo esto trae La Franja en este capítulo.

La selección mapuche gana un Mundial. Un joven toma un sabático y conoce a la señora Robinson. Un disco queda inconcluso y lo rellenan con “Los Momentos”. Son las historias que ocurren en los tiempos muertos, a contrapelo o de temporada baja, tan afines a este febrero en el que La Franja decide seguir adelante. Sin vacaciones.

Practicantes, pasantías, becarios inspiran las historias de La Franja. De cómo la becaria Monica Lewinski selló el destino de la FIFA (y  de Sergio Jadue), del Alfonso de “Tinta Roja” y los pasantes (esclavos) romanos. 

Molina, Kalawski, Schiappacasse y Villalobos cuentas historias de camisetas, espacios de batalla, propaganda, señal de rebeldía sinónimo de entrega y fanatismo, señales de identidad y, para Kiss, de respeto. Y otra vez, el bonus track La Cuerda Revolucionaria, con David Ponce.