En esta lectura llamada, "La fuente interna de la juventud", descubrimos lo que es el catalizador espiritual que permite a nuestra alma experimentar las manifestaciones divinas de la Luz y el Sonido interior durante la meditación.
En la meditación aprendemos a trascender la conciencia física del cuerpo. Nos sentamos en silencio con los ojos cerrados y enfocamos la atención en el campo de oscuridad que se encuentra frente a nosotros. Para mantener la mente quieta, los Maestros espirituales nos enseñan a repetir las cinco Palabras cargadas dadas en la iniciación. Nuestro propósito es experimentar la Luz y el Sonido divino interior. A través de la absorción en la Luz y el Sonido tenemos la experiencia de nosotros mismos como alma o espíritu.