La historia de la garcilla bueyera es una historia de éxito: partiendo desde las zonas tropicales y subtropicales de África, en el último siglo ha colonizado todos los continentes excepto la Antártida. Un hecho como pocos en la avifauna mundial.

Nuestro protagonista de hoy, ha permanecido prácticamente ausente en la península Ibérica, hasta mediados del siglo XX y no fue hasta 1980 cuando comenzó a reaparecer en el norte de España.

En la actualidad la debacle de muchas de especies es evidente, hecho especialmente dramático en aquellas cuyo nicho ecológico es el de los ambientes más humanizados.

Sin embargo, es, en este escenario, donde una de las aves más cosmopolitas del mundo, la garcilla bueyera, ha conseguido salir airosa gracias a su capacidad de adaptación a unas condiciones ambientales cambiantes.

El clima de Asturias, suavizado por la humedad del mar, los prados de siega, el ganado vacuno, las rías y riachuelos que salpican nuestra orografía, parecen ser, el mejor de los paraísos naturales, para que la garcilla bueyera, haya encontrado, su refugio perfecto.