El 6 de Diciembre de 1897 el Ministro de Asuntos Exteriores alemán Bernhard von Bülow proclamó ante el parlamento de su país: «No queremos poner a nadie a la sombra, pero exigimos un lugar para nosotros al sol».
Ello marcó el inicio de una campaña desvergonzadamente agresiva por parte de Alemania para adquirir un imperio de ultramar que rivalizara con los de los actores mundiales establecidos, en particular Gran Bretaña y Francia.
En consecuencia, el imperialismo alemán, también conocido como Weltpolitik, se puso en marcha y se establecieron protectorados en Asia Oriental y África. Cuando finalmente se produjo el tan esperado conflicto entre los rivales europeos en forma de Primera Guerra Mundial, esta idea se pondría a prueba.