Antes de ser mundialmente conocido, Jim Parsons actuaba en obras pequeñas y anuncios sin repercusión. Pasó años sin conseguir papeles relevantes y estuvo cerca de dejar la actuación. Pero en 2007, cuando audicionó para The Big Bang Theory, su vida cambió por completo gracias a un personaje excéntrico e inolvidable: Sheldon Cooper.

Su salario inicial era de 60.000 dólares por episodio, pero a medida que la serie se convertía en un fenómeno, renegoció hasta llegar al millón por capítulo. Durante varias temporadas, encabezó la lista de actores mejor pagados de la televisión, alcanzando ingresos anuales de más de 26 millones de dólares. Su popularidad y su impecable trabajo le valieron cuatro premios Emmy y un Globo de Oro.

Más allá del éxito actoral, Parsons supo cuándo retirarse: rechazó una oferta de 50 millones para continuar, eligiendo preservar su bienestar personal y explorar nuevos proyectos. Su carrera es un ejemplo de cómo la constancia, la visión a largo plazo y las decisiones financieras acertadas pueden construir un legado.

Fuentes: Forbes, Wikipedia, People, Entertainment Weekly