Durante el siglo 19 y principios del 20, los bolos se convirtieron en la actividad lúdica más extendida en Asturias y fue el principal entretenimiento de las clases populares. Las modalidades que hoy conocemos son el resultado de la asimilación de juegos llegados a Asturias a través de los peregrinos que recorrían estas tierras compartiendo sus modos de entretenimiento.
Durante años los profesionales de los bolos han estado presentes en la historia de Asturias, nombres como el Chiruca, Bilbao, Bernardo, Pruneda, cajetilla o Isidro, forman parte ya de nuestro patrimonio cultural más emblemático.
Ir de pequeño a una bolera, suponía no entender mucho de aquel juego, pero en aquella época ver como la bola bajaba por un tubo ya me parecía mágico. Hoy, quizá entienda más que en aquellos tiempos, pero lo que si tengo claro es que os bolos fueron y serán seña de identidad de nuestra tierra.