La dificultad para abandonarse en Dios puede tener muchas causas: un cierto complejo de inferioridad, una autoestima débil, la dificultad para convivir con los propios errores...
La dificultad para abandonarse en Dios puede tener muchas causas: un cierto complejo de inferioridad, una autoestima débil, la dificultad para convivir con los propios errores...