En los primeros días de su adopción, la metodología ágil parecía ser diametralmente opuesta a la oficina de gestión de proyectos (PMO) basada en procesos, que en la mayoría de los casos correspondía a una metodología de planificación y entrega al estilo de Waterfall. Agile era un enfoque más ágil de la gestión de proyectos, mientras que Waterfall estipulaba una estructura rígida y basada en documentos. Lo mismo ocurre hoy en día, pero en los últimos años ha surgido una creciente asociación entre los profesionales de Agile y la PMO. Ambos ya no se excluyen mutuamente. De hecho, la disciplina de la gestión de proyectos ha evolucionado para incluir activamente ambas metodologías en la empresa.

Ricardo Sastre es Principal Consulting Project Management en Microsoft con más de 20 años de experiencia liderando proyectos, muchos de los cuales han sido liderando PMOs, nos acompaña para hablarnos de ello.

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