El Catecismo de la Iglesia Católica nos dice, que toda la vida cristiana está marcada por el amor esponsal de Cristo y de la Iglesia. Ya el Bautismo, entrada en el Pueblo de Dios, es un misterio nupcial. Es, por así decirlo, como el baño de bodas que precede al banquete de bodas, la Eucaristía.
Así pues, esta última semana de cuaresma, te invitamos a vivirla como la prometida de Cristo, estamos a punto de iniciar la Semana Santa y como una novia, nos prepararemos para la boda, para ese día en que Cristo resucite y abra para nosotras las puertas del cielo.
Toma unos minutos para entrar en oración, para estar en silencio, escucha o lee la siguiente carta, como si fueras tu quién este hablando con Jesús.