Hoy nos adentramos en un intrigante y fascinante océano de sabiduría espiritual al explorar la intuición bajo el prisma del cristianismo, el Islam y el budismo. En nuestro monográfico, desentrañaremos cómo cada una de estas tradiciones religiosas aborda el concepto de intuición, ofreciendo interpretaciones ricas y singulares que a menudo se entrelazan con la experiencia divina y la búsqueda de la verdad.

Desde la perspectiva cristiana, la intuición se entiende como una forma de conocimiento que va más allá de los límites de la razón. Los místicos y teólogos, desde San Agustín hasta Santa Teresa de Jesús, han hablado de una iluminación interior que guía al creyente hacia una comprensión más profunda de Dios y de su propia existencia. Este tipo de conocimiento no se impone sobre la fe, sino que la complementa, permitiendo que el alma se conecte con lo divino mediante una especie de percepción intuitiva.

Por otro lado, en el Islam, la intuición puede considerarse un don espiritual que permite a los fieles captar la esencia de la voluntad de Allah. La noción de "fitra", el conocimiento innato que poseemos todos al nacer, se entrelaza con la intuición, sugiriendo que cada individuo tiene dentro de sí la capacidad de entender y discernir el bien del mal. Esta intuición, alimentada por la práctica del dhikr, o la rememoración de Dios, puede conducir a una profunda conexión con lo sagrado.

Finalmente, el budismo ofrece una visión única de la intuición como un medio para alcanzar el despertar. La meditación y la atención plena son herramientas que permiten al practicante trascender el pensamiento discursivo, accediendo a una sabiduría intuitiva que revela la naturaleza interdependiente de todas las cosas.

Así, al abordar la intuición desde estas tres tradiciones, descubrimos no solo diferentes enfoques hacia la experiencia espiritual, sino también un hilo común que nos invita a explorar la riqueza de nuestra propia sabiduría interior.

Mark Schindler.