La investigación es importante para el avance de las sociedades. Su papel es fundamental en la generación de evidencias y en la creación de nuevos conocimientos. Para la acción humanitaria contar con esta base de evidencias sólidas nos ayuda a comprender qué funciona y qué no y tomar decisiones en base a ellas; de ahí su vital importancia. 

En este capítulo veremos cómo esta evidencia aporta el conocimiento necesario para la adaptación de nuestros programas y modelos de intervención a las necesidades de las poblaciones con las que trabajamos, permitiéndonos desarrollar soluciones efectivas para impulsar nuestra capacidad operativa. Además, la generación de evidencia nos ayuda a tomar decisiones informadas y a hacer evolucionar nuestras intervenciones para aumentar su calidad, impacto y eficacia. Por esta razón, la investigación debe estar totalmente integrada en la planificación operativa y el ciclo de proyecto y debe ser útil y relevante para las comunidades con las que trabajamos.