La Biblia está formada por un conjunto de libros que llamamos canónicos. Es decir, sancionados por la autoridad de la Iglesia para ser normativos y autoritativos para la fe. Estos son los habilitados para el culto. Y no puede agregarse o restarse ninguno de ellos. ¿Cuáles son y qué importancia tienen? Será un criterio importante al leer el texto sagrado.