El Cururo, nuestro roedor chileno que vive bajo tierra, es el símbolo del mes de junio, que con su simpatía y espíritu juguetón nos anima a excavar en nuestras profundidades, para conocer mejor nuestra propia sombra, y descubrir el tesoro que esconde. Este episodio es una invitación para indagar la herida que habita en nuestro inconsciente, para conocerla más de cerca, y así quizás, sanarla.