Siempre será mejor dar que recibir, y esto aplica también a las herencias. Así como Moisés rogó a Dios que les recibiera como heredad, nosotros también podemos pedirle que reciba nuestro corazón rendido al Él.
Siempre será mejor dar que recibir, y esto aplica también a las herencias. Así como Moisés rogó a Dios que les recibiera como heredad, nosotros también podemos pedirle que reciba nuestro corazón rendido al Él.