Todos tenemos una... o uno. No tiene días de descanso, siempre esta al acecho en busca de tomar el mando de nuestras respectivas capacidades de decidir sobre cómo percibimos las situaciones a las que nos enfrentamos día a día. La víctima es un filtro que se impone a nuestros ojos para modificar la verdadera esencia de lo que ocurre, para siempre confundirnos a que "somos vulnerables a lo que esta afuera de nosotros", cuando en realidad, nada esta afuera de nosotros. Mas bien, es al revés. Todo va desde nosotros hacia afuera, por lo tanto, todo lo que sucede afuera es porque, nosotros desde nuestra información interna así lo provocamos. Viéndolo de esta forma, la víctima no tiene razón de ser.