Jesús distingue perfectamente cuando alguien «le toca» con Fe. Él sabe quién le ama, le alaba y le es fiel. Los que seguían a Jesús en ese momento, y las generaciones siguientes, incluidos nosotros hoy, necesitaban el testimonio de aquella desconocida para saber lo que la Fe es capaz de lograr. La Palabra de Dios dice que Jesús es el mismo «ayer, hoy y por todos los siglos». Eso significa que todavía salva, sana, y nos otorga Su Poder para hacer que cesen los quebrantos que nos hacen infelices.Marcos 5: 21, 25-34Serie: «La Fe de Los Desconocidos»