En este episodio reflexiono sobre la noche del Grito de Independencia como una escena que se repite cada septiembre y que nos nombra mexicanos y mexicanas en medio de campanas, luces y multitudes. Evoco al cura que gritó por primera vez, a las mujeres insurgentes que también hicieron patria y a los pueblos que siguen cargando la esperanza de justicia. Entre el júbilo popular y la memoria histórica, me pregunto por el grito que aún nos falta: ese que convoque a nuevas libertades en un país que sigue debatiéndose entre la opresión y la transformación.