El engaño que muchos tienen es que al confesar que Dios es amor, piensan que no habrá un juicio. Por lo tanto creen que siendo como son, por ser Dios amor, todos serán salvos de la condenación eterna. Pero la Biblia dice todo lo contrario. Dios es amor, pero requiere tu respuesta a ese amor mostrado en su gracia al enviar a Jesús a morir en nuestro lugar.