Constantemente admiramos y ponemos como referentes los ministerios más visibles, los que tienen mayor exposición, porque en el fondo anhelamos simplemente lo accesorio del evangelio, es por eso que nuestras congregaciones están llenas de predicadores y músicos, pero vemos a un Jesús diferente la medida del éxito no eran los púlpitos en los cuales podían predicar, ni las canciones que podía tocar, para Él los primeros son aquellos que sirven más, los que están presentes para los demás.