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Después de un verano muy largo, ¡aquí estamos otra vez!
A título personal, este verano me ha servido para aprender algunas cosas.
La primera, que “para siempre” no existe. Nada es eterno, y quien haga semejante promesa, miente.
Todo tiene final.
La segunda es que todo final supone un nuevo principio, aunque sea en contra de nuestra voluntad.
Y hoy es un buen momento para hablar de nuevos principios.
El fin de las vacaciones y el principio del nuevo curso, para mucha gente suponen el principio de un nuevo año, en lugar de Nochevieja. Este es el momento de plantearse un cambio de hábitos y de rutinas, de establecer nuevas metas, de ponerse objetivos.
Para la mayoría, la readaptación a la vida laboral después de las vacaciones incluye cambios de horarios, de obligaciones y de estilo de vida en su conjunto que pueden llegar a ser bastante estresantes. Es como dar un salto al vacío mientras dejamos atrás situaciones y personas a las que es necesario decir adiós. La tumbona bajo la sombrilla, los heladitos a la orilla del mar, el rumor de las olas, los paseos sin prisa, no saber dónde está el despertador…
Sin embargo, hay que recomponerse, aunque sea difícil.
Pero todo eso se ha acabado. Debemos afrontar nuestra nueva realidad, y seguir adelante.
Para que la transición sea menos traumática, deberíamos reorganizar nuestras prioridades, situándonos a nosotras mismas en el centro de nuestro universo. Hacer un esfuerzo por cuidarnos, tomarnos el tiempo suficiente para reflexionar acerca de lo que de verdad sentimos y de lo que queremos. Pensar en el futuro y preguntarnos cómo nos gustaría vernos.
Os propongo que todas nos planteemos un objetivo, una meta, algo que conseguir de aquí al final de temporada. Puede ser literario (como acabar esa maldita novela que nos acompaña hace años), puede ser de autocuidado (como acudir al gimnasio al que nos apuntamos todos los años), puede ser relacionado con el desarrollo personal (como aprender un nuevo idioma), lo que sea, da igual.
Y después, vamos a dar pasitos encaminados a alcanzar esa meta. Poco a poco. Y, en unos meses, veamos dónde hemos llegado.
Empezar de cero no tiene por qué suponer romper con todo, pero sí tener un compromiso con nosotros y con lo que queremos ser. Las experiencias del pasado no tienen por qué marcar el futuro. El mañana no está escrito y puede estar habitado por nuevas oportunidades. Solo hay que ir a por ellas.
El caso es que os voy a retar. Os desafío a conseguir vuestro objetivo. ¿Quién se apunta?
POSDATA: Respecto a la lectura que mencionamos, podéis descargarlo AQUÍ de forma gratuita en Lektu. ¿Os animais a disfrutarlo con nosotras?
La entrada La palabra errante 5×01: Volver a empezar se publicó primero en La Palabra Errante.
By La Palabra ErranteDespués de un verano muy largo, ¡aquí estamos otra vez!
A título personal, este verano me ha servido para aprender algunas cosas.
La primera, que “para siempre” no existe. Nada es eterno, y quien haga semejante promesa, miente.
Todo tiene final.
La segunda es que todo final supone un nuevo principio, aunque sea en contra de nuestra voluntad.
Y hoy es un buen momento para hablar de nuevos principios.
El fin de las vacaciones y el principio del nuevo curso, para mucha gente suponen el principio de un nuevo año, en lugar de Nochevieja. Este es el momento de plantearse un cambio de hábitos y de rutinas, de establecer nuevas metas, de ponerse objetivos.
Para la mayoría, la readaptación a la vida laboral después de las vacaciones incluye cambios de horarios, de obligaciones y de estilo de vida en su conjunto que pueden llegar a ser bastante estresantes. Es como dar un salto al vacío mientras dejamos atrás situaciones y personas a las que es necesario decir adiós. La tumbona bajo la sombrilla, los heladitos a la orilla del mar, el rumor de las olas, los paseos sin prisa, no saber dónde está el despertador…
Sin embargo, hay que recomponerse, aunque sea difícil.
Pero todo eso se ha acabado. Debemos afrontar nuestra nueva realidad, y seguir adelante.
Para que la transición sea menos traumática, deberíamos reorganizar nuestras prioridades, situándonos a nosotras mismas en el centro de nuestro universo. Hacer un esfuerzo por cuidarnos, tomarnos el tiempo suficiente para reflexionar acerca de lo que de verdad sentimos y de lo que queremos. Pensar en el futuro y preguntarnos cómo nos gustaría vernos.
Os propongo que todas nos planteemos un objetivo, una meta, algo que conseguir de aquí al final de temporada. Puede ser literario (como acabar esa maldita novela que nos acompaña hace años), puede ser de autocuidado (como acudir al gimnasio al que nos apuntamos todos los años), puede ser relacionado con el desarrollo personal (como aprender un nuevo idioma), lo que sea, da igual.
Y después, vamos a dar pasitos encaminados a alcanzar esa meta. Poco a poco. Y, en unos meses, veamos dónde hemos llegado.
Empezar de cero no tiene por qué suponer romper con todo, pero sí tener un compromiso con nosotros y con lo que queremos ser. Las experiencias del pasado no tienen por qué marcar el futuro. El mañana no está escrito y puede estar habitado por nuevas oportunidades. Solo hay que ir a por ellas.
El caso es que os voy a retar. Os desafío a conseguir vuestro objetivo. ¿Quién se apunta?
POSDATA: Respecto a la lectura que mencionamos, podéis descargarlo AQUÍ de forma gratuita en Lektu. ¿Os animais a disfrutarlo con nosotras?
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