En este episodio íntimo y necesario, nos reunimos cuatro mujeres, dos ingenieras, una psicologa y yo, para hablar de sanidad integral con honestidad y fe.
Reflexionamos sobre lo difícil que puede ser, especialmente para los cristianos, reconocer que necesitamos ayuda profesional.
Comparto mi testimonio con los desórdenes alimenticios y cómo Dios me acompañó en el proceso, incluso cuando tuve que buscar apoyo psiquiátrico.
Creemos en un Dios que hace milagros, pero también en una fe que acciona. Porque sanar no siempre significa hacerlo sola.