✨ La prisa crónica agota. Hablar sin pausas no es solo un hábito: es una reacción del sistema nervioso cuando se siente en alerta al exponerse en público.

🌍 En una era que exige inmediatez, brevedad y espectáculo, tu cuerpo aprende que no es seguro darte un respiro: 👉 "Si me detengo, aburro." 👉 "Si hago pausa, pierdo la atención." 👉 "Mejor me sobreadapto." 👉 "Hablo rápido, que todo entre en un minuto."

Pero la verdad es esta: 💫 La prisa crónica es ausencia de presencia.

Llamémoslo por su nombre: no hay espacio para hablar, porque nos sobreadaptamos a la prisa colectiva.

Y cuando tu sistema nervioso vive en ese estado, tu voz pierde la posibilidad de expresarse con autenticidad, claridad y calma.

🌿 ¿Y si el verdadero poder y magnetismo de tu voz estuviera en darte espacio, respirar y confiar en el valor de tu mensaje, sin tener que correr siempre? Danitza Este episodio está disponible en Spotify y en Youtube dando click aquí.