La respiración me sirve para llevar mi atención al presente. Llevando mi foco a la entrada y salida del aire, así como a su recorrido a través de mi cuerpo, consigo estar aquí y en el momento mismo en que se da, es decir, el presente. Ese es el propósito de la meditación. Al hacerlo, no “vagabundeo” por tiempos irreales o pasados. No estoy fuera de mi vida, en un mundo paralelo, pero que no existe, y puedo disfrutar del momento. Además, la respiración es una poderosa herramienta para calmarme en momentos de estrés, enfado, tristeza... Me habla del estado de mi cuerpo y de mi mente de una manera sencilla y puedo calmarlos cuando no me encuentro bien. Incluyo un sencillo ejercicio de atención a la respiración que espero que te ayude.