Cuando confiamos en nuestra fuerza, en nuestros números o en nuestra experiencia, abrimos la puerta a la ruina espiritual y emocional. David lo aprendió a un precio muy alto; nosotros podemos aprenderlo hoy sin tener que pagar ese costo.
Cuando confiamos en nuestra fuerza, en nuestros números o en nuestra experiencia, abrimos la puerta a la ruina espiritual y emocional. David lo aprendió a un precio muy alto; nosotros podemos aprenderlo hoy sin tener que pagar ese costo.