Aunque queramos hacer uso de nuestra imaginación para formar o crear imágenes que representen a Dios, el Señor nos manda una y otra vez a no caer en esta tentación de nuestra imaginación.
Aunque queramos hacer uso de nuestra imaginación para formar o crear imágenes que representen a Dios, el Señor nos manda una y otra vez a no caer en esta tentación de nuestra imaginación.