Vivimos en un mundo lleno de voces, opiniones y confusiones, y en medio de tanta información, muchas personas caminan sin rumbo, cargando cadenas que no se ven… pero se sienten.
Sin embargo, Jesús declaró una promesa eterna que sigue resonando con poder: “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” No es cualquier verdad, no es una verdad relativa. Es Su Verdad, la única capaz de romper cadenas, restaurar corazones y traer verdadera libertad al alma.