Vivimos muy desconectados de la naturaleza y de nuestra propia naturaleza. Al vivir desde la mente, tenemos infinitas ocasiones de marcharnos lejos de dónde estamos, por lo que nos sentimos fuera de lugar (y con razón). Todo lo que proviene de nuestra intuición es considerado como tontería o superstición y lo descartamos, alejándonos más de nuestra esencia. Te invito a que escuches tu voz interior, pero no esas voces que salen de la cabeza todo el día para volverte más loc@; sino esa voz que te va a llevar a que conectes con esa paz que buscas fuera y que habita tu interior.